No era fácil para mí,
escucharlos diariamente,
en nuestra casa discutir,
y gritando fuertemente.
Que culpa tengo yo,
de sus malas decisiones,
o su falta de amor,
y tan marcadas traiciones.
¿Que acaso no se dan cuenta?
¿en que momento dejaron de ver?
que en esta guerra perpetua
victimado voy a ser.
¿Porque yo he de pagar sus errores?
¿Por qué he de ser yo quien sufra más?
si para mi solo son mis papitos,
las dos personas que yo amo más.
¡Ya no riñan les suplico!
¡terminen la guerra por Dios!
quiero seguir siendo un niño,
lejos de esta guerra atroz.
Si lo hacen cariñitos,
les prometo yo también,
olvidar mi sufrimiento,
de esta guerra sin cuartel.
Y ser siempre un niño bueno,
el orgullo de papá,
obediente y responsable,
de la mano de mamá